martes, 19 de marzo de 2013

TEMA 10


Cuando leemos solemos incurrir de forma inconsciente en ciertos vicios que ralentizan considerablemente nuestra velocidad de lectura. Estos vicios son:
1.- Leer palabra por palabra: Es la forma que aprendimos de pequeño.
2.- Subvocalización: Al leer tendemos a ir pronunciando las palabras, ya sea moviendo los labios o mentalmente.
3.- Regresión: También tendemos continuamente a dirigir la vista atrás, sobre lo que ya hemos leído, para asegurarnos de que entendemos lo que estamos leyendo.
Frente a esta lectura lenta, el estudiante debe tratar de leer rápido ya que esto le reporta las siguientes ventajas:
1.- Ahorro de tiempo en la lectura
2.- Mayor concentración
Hay que tratar de aproximar la velocidad de lectura a la velocidad del pensamiento (la velocidad del pensamiento suele ser entre 3 y 5 veces más rápida que la de lectura).
El estudiante debe comenzar midiendo su velocidad de lectura.
¿Qué se puede hacer para leer más rápido?
1.- Evitar la vocalización,
2.- Evitar releer
3.- Reducir las fijaciones de los ojos.
4.- Centrar la atención en las palabras que aporten significado.
5.- Al final de la lectura se buscarán en el diccionario las palabras que no se hayan entendido.
Para una lectura rápida es importante también cuidar los siguientes puntos:
1.- Iluminación: hay que contar con buena iluminación.
2.- Postura:el estudiante debe leer sentado, con una postura cómoda y con el libro centrado
3.- Silencio. Una lectura rápida exige una gran concentración, y para ello es necesario evitar cualquier distracción.
Se puede mejorar considerablemente la velocidad de lectura.
Hay diversos ejercicios para ello, si bien la mejor manera de aprender a leer rápido es forzarse uno mismo a hacerlo.
Entre los ejercicios se pueden mencionar los siguientes:
1.- Localizar dentro de un texto una palabra preseleccionada previamente.
2.- Localizar informaciones específicas dentro de un texto.
3.- Ampliar gradualmente el campo de fijación del ojo. 
Comprobar si se ha captado toda la información.
En definitiva, el estudiante debe tratar de mejorar su velocidad de lectura pero sin comprometer una buena comprensión del texto (puede perder algún detalle, pero nunca información esencial).

TEMA 9

Cuando el material de estudio está trabajado, organizado y bien estructurado se aprende más fácilmente.
Para tener un buen material de estudio hay que empezar por acudir a clase con regularidad y tomar uno sus propios apuntes.
Una vez tomados los apuntes lo primero que hay que hacer es revisarlos, si es posible esa misma tarde: comprobar si están completos y se entienden. En caso contrario habrá que subsanar a la mayor brevedad esas deficiencias. Algunos estudiantes pasan sus apuntes a limpio, labor que requiere mucho tiempo. No obstante, poniendo un poco de cuidado a la hora de tomarlos no será necesario y se podrá utilizar ese tiempo en avanzar en su estudio.
Los apuntes se deben completar en casa con el libro de texto, y si es posible con algún otro libro de consulta recomendado por el profesor
Estos apuntes ya trabajados y completados constituyen el principal material de estudio.
Una vez ya en pleno aprendizaje, y tras un primer estudio comprensivo, resulta muy útil elaborar unas fichas resumen (una por cada lección) muy breves (una cara de un folio o a lo sumo dos) en las que se recojan los datos principales de la lección:
Estas fichas resúmenes se pueden repasar en tiempos sueltos (por ejemplo, esperando el autobús, en el vagón del metro, en la cama antes de costarse...), de modo que nos ayude a mantener frescos los conocimientos adquiridos.
En la elaboración de estas fichas se puede utilizar la metodología de los mapas mentales:
Se extrae la idea principal de la lección y se escribe en el centro del folio. De ahí salen ramificaciones donde se recogen otras ideas relevantes y secundarias.En el mapa mental se recogen de forma muy escueta, fechas, ideas o pequeñas frases que ayuden a recordar la lección.En la elaboración de estos mapas mentales se pueden utilizar 2 colores, dejando el rojo para destacar aquellos datos más relevantes.
El mapa mental permite tener una visión global de la asignatura. Además junto a los conceptos memorizados tendremos grabados en la mente una imagen del esquema-resumen lo cual nos facilitará su recuerdo.

TEMA 8

Antes de comenzar a estudiar hay que preparar y tener a mano el material que se va a utilizar: apuntes completos, libro de texto, lápices, bolígrafos, cuartillas, calculadora, etc.
Hay que evitar tener que levantarse por tal o cual cosa, con la pérdida de tiempo y atención que ello supone.
En primer lugar hay que determinar la materia que se va a trabajar. Normalmente el estudiante trabajará cada lección individualmente. No pasará a la siguiente hasta que no tenga dominada la anterior.
Se entiende por dominar una lección conseguir un nivel de conocimiento tal, como si uno se fuera a examinar de ella al día siguiente.
El aprendizaje de cada lección se realiza gradualmente, dando diversas vueltas a su contenido, profundizando cada vez más y afianzando los conocimientos.
El aprendizaje es un proceso progresivo que va desde una visión general a un conocimiento en profundidad.
La primera vuelta es una toma de contacto con el nuevo tema.
Consiste en leer el índice de la lección, ver como se estructura, cuales son los apartados y sub-apartados, ver de cuantas páginas consta, etc.
En definitiva hacer una valoración inicial del contenido que se va a estudiar y de su posible grado de dificultad.
A continuación se dará una lectura completa a la lección poniendo la máxima atención.
Con ella se pretende saber de que trata la lección, entenderla, quedarse con las ideas principales, formarse una idea general sobre el tema.
En esta primera lectura no se debe subrayar nada (es un error que cometen muchos estudiantes).
Otro error habitual es tratar desde un primer momento de memorizar la lección sin tener aún una idea general de la misma.
La siguiente vuelta es ya propiamente de estudio:
Se va leyendo epígrafe por epígrafe, deteniéndose en cada uno de ello, subrayando las ideas principales y tratando de repetir a continuación con las propias palabras lo estudiado.
Hasta que no se consigue dominar cada epígrafe con cierta precisión no se debe pasar al siguiente.
La siguiente vuelta es de afianzamiento:
Se revisa nuevamente epígrafe por epígrafe hasta conseguir dominarlos con cierto nivel de seguridad.
Cuando se termina esta vuelta el alumno debe tener ya un conocimiento bastante preciso del tema.
Es el momento entonces de elaborar una ficha resumen, muy breve y escueta (una cara de un folio, a lo más dos), en la que recoger un esquema de la lección
Una vez elaborada la ficha, el estudiante dará diversos repasos hasta considerar que domina la lección. Sólo entonces estará en disposición de pasar a la siguiente.
Hay que tener muy claro que ésta es una de las posibles metodologías de estudio, pero no la única.
Cada estudiante puede tener su propio método de estudio; lo importante es que sea un método que funcione y que resulte eficaz.
Un método que utilizan muchos estudiantes y que no suele funcionar es releer muchas veces la lección, sin profundizar.
Es una forma de estudiar "light" que exige menos esfuerzo pero que no da resultados.
Otro método que no es eficaz es el que se basa en la repetición mecánica: se basa en repetir la lección una y otra vez hasta que queda grabada.
El estudiante no se preocupa por entenderla, busca simplemente ser capaz de repetirla.

TEMA 7

El estudio exige sobre todo persistencia y planificación.
Hay que estudiar desde el primer día
En la etapa escolar y en la mayoría de carreras universitarias (salvo algunas como ingeniería, medicina, arquitectura, etc.) es suficiente con mantener un ritmo de estudio diario de 2 / 3 horas diarias para llegar bien preparado a los exámenes.
El estudiante debe establecer este ritmo de estudio, su "velocidad de crucero", que le permita llegar a los exámenes sin agobios de última hora.
Estudiar un día mucho y los dos siguientes no hacer nada no es una buena estrategia.
Si uno tiene que realizar diferentes tareas es bueno comenzar por una que tenga una dificultad media (para entrar en calor), seguir por la que más cuesta (cuando se rinde más) y terminar por la más fácil (cuando uno está ya cansado).
Al estudiar es conveniente establecer periodos regulares de descanso. Es una manera de despejar la mente y de tomar nuevos bríos para seguir adelante.
Los descansos deben ser breves, unos 5 minutos cada hora de estudio. 
Se debe estudiar siempre durante el día, cuando la mente está más despejada.
No es lógico estudiar por la noche (salvo que no haya más remedio). La mente rinde menos, además al día siguiente estará uno agotado. No tiene sentido habituar a la mente a rendir más por la noche y a estar relajada durante el día.
Es bueno crearse un hábito de estudio, hace más llevadero el esfuerzo que supone ponerse a estudiar.
Un hábito de estudio consiste en estudiar siempre a la misma hora (por ejemplo de 4,30 de la tarde a 7,30). Hay que elegir aquellas horas en las que se rinde más.
Es conveniente planificar también el fin de semana: el sábado puede ser el mejor día para trabajar, dejando el viernes para descansar (tras una semana de estudio) y el domingo para estar más relajado.
Hay que evitar lo que suele ser muy habitual: llegar al domingo por la noche agobiados tratando de hacer a última hora lo que no se ha hecho antes.
Algunos consejos que pueden ayudar a una mejor gestión del tiempo:
No retrasar el comienzo del estudio. Hay que estudiar desde el primer día de curso.
La planificación diaria hay que cumplirla con rigurosidad: si uno ha establecido comenzar a estudiar a las 4,30 de la tarde debe ponerse con los libros justo a esa hora y no media hora más tarde.
Anticipar el estudio. Por ejemplo, si el lunes el profesor envía deberes para el jueves es conveniente tratar de hacerlos el mismo lunes, cuando la materia aún está fresca.
Aprovechar los ratos muertos: Por ejemplo, en el autobús, en la parada del metro, etc. Estos momentos se pueden aprovechar repasando la lección, avanzando con los deberes, etc.
Fijarse objetivos diarios: No se trata de estar todos los días un número determinado de horas delante de los libros, sino de que esas horas cundan. Para ello es importante fijarse unas metas.
Por ejemplo, voy a hacer los deberes de inglés, voy a repasar la lección 3ª de historia y voy a estudiar una lección de lengua.
Finalizado el tiempo de estudio valorar el rendimiento obtenido: Todos los días, una vez se ha terminado de trabajar, hacer una rápida valoración de si el tiempo ha cundido y en caso negativo tratar de determinar las causas.
Reservar para después del estudio alguna actividad agradable: Por ejemplo, una vez finalizado el estudio prepararse una buena merienda.
Por último, insistir en que cuando se hace una planificación hay que esforzarse en cumplirla, si bien admitiendo ciertos márgenes de flexibilidad (no puede llegar a esclavizar).
Como conclusión:
El estudiante debe procurar que el tiempo dedicado al estudio sea lo más provechoso posible.

TEMA 6

El lugar de estudio debe ser lo más cómodo posible, de forma que uno se pueda concentrar completamente en el trabajo.
Debe ser una habitación suficientemente silenciosa: cualquier ruido distrae y dificulta la concentración.
Es preferible estudiar en silencio, sin música, o en todo caso con una música tranquila (preferiblemente música clásica) a bajo volumen.
No se debe estudiar viendo la tele (al final ni se estudia bien ni se ve la tele bien). El estudiante se engaña a si mismo.
Hay que cuidar la luz y la temperatura de la habitación.
La habitación debe estar suficientemente (no excesivamente) iluminada, preferiblemente con luz natural.
Si se trata de luz artificial es preferible combinar una luz indirecta que ilumine toda la habitación y un foco centrado en la mesa (preferiblemente con bombilla azul).
Hay que evitar la iluminación con tubos fluorescentes, así como estudiar en una habitación oscura con un potente foco iluminando la mesa. En ambos casos puede producir fatiga.
El estudiante no debe tener sensación de frío ni de calor.
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La habitación se debe ventilar regularmente; se pueden utilizar los breves descansos intermedios de 5 minutos para abrir las ventas.
La mesa de trabajo debe ser amplia y la silla cómoda.
El estudiante debe trabajar siempre en el mismo lugar, a ser posible en su habitación y con la puerta cerrada, lo que le permite generar una rutina que le facilita la concentración.
Si se cambia de sitio de estudio, en cada lugar uno encontrará cosas que le resulten curiosas y llamen su atención, distrayéndole del estudio. Además, en su habitación uno podrá tener todo su material organizado y a mano.
Se debe evitar ir a casa de un amigo/a a estudiar, ya que aunque se pase un rato muy agradable y divertido, normalmente se estudia poco, el tiempo apenas cunde. Esto obliga a recuperar más tarde el tiempo perdido.
El estudiante debe tratar de maximizar la utilidad de sus horas de estudio, lo que le permitirá terminar de estudiar antes y tener más tiempo para el descanso u otras actividades.
Tampoco es recomendable trabajar a una sala de estudio o una biblioteca pública (salvo que no se disponga de otra alternativa) ya que los riesgos de distracción (y por tanto, de perder el tiempo) aumentan considerablemente.